Una ronda de cupcakes

0:02 Pedagogia de una mamá 0 Comments

Releyendo las primeras entradas del blog, he de decir que por fin he encontrado ese “hobby” que ayuda a relajarme y calma mi agotada mente del desgaste psicológico, y físico, que conlleva criar y educar a mis dos amados “Minions”.

¿Y cuál es?... pues algo que está de moda… hacer cupcakes… o según mi Minion nº 1, “madalenes boniquetes” (magdalenas bonitas)

Cupcakes de moka, de plátano, de sandia, de horchata, de dinosaurios, de chocolate (los estrella en esta casa), de fruta, de coca-cola, etc.
Casi siempre es el mismo procedimiento, voy cambiando los sabores y los diseños, y los Minions me dan buenas ideas…



Receta básica.

1. La masa. Suelo utilizar la masa para bizcocho. La medida, la de un yogur. Y manos a la obra: 1 yogur natural (o de sabores), 3 huevos grandes, 1 y 1/2 medida de azúcar moreno (por aquello de los azúcares refinados). Batimos todo. 1 medida de aceite de girasol y volvemos a batir. 3 medidas de harina especial para bizcochos (lleva incorporada la levadura) Previamente la pasamos por el colador para que quede más fina y la incorporamos poco a poco, batiendo la masa homogénea. Llegó el momento de inventar dependiendo del sabor que le quieras dar. Si por ejemplo son de plátano, en un bol aparte, trituramos 2 plátanos maduros con un poco de leche e incorporamos a nuestra masa. Si los preferimos de chocolate, incorporamos 1 medida (o un poquito más) de chocolate en polvo. En cada caso hemos de equilibrar las medidas para conseguir una textura cremosa.



2. Los moldes. Existen mil en el mercado. Necesitas moldes de silicona (prefiero los individuales de Ikea) y moldes de papel para rellenar con nuestra masa. La primera vez dispuse directamente la masa en el papel, sin molde, y el cupcake se convirtió en una torta de calabaza! Ponemos los moldes de papel dentro de los de silicona y vertemos ¾ partes de masa. Dispuestos en la bandeja, al horno, 180º, programa doble con ventilador y 22 minutos aprox. Ojo! Previamente hemos de calentar el horno.



3. Buttercream. No existe cupcake sin crema de mantequilla. Para mí, la mejor receta la de Thermomix (no por la máquina, que vaya máquina, sino por las medidas) 120 g. de azúcar glass, 350 g. de mantequilla cortada a trozos y 120 g. de leche. Y a batir! Con esto también podemos experimentar. Suelo poner colorantes (azul, el preferido de Minion nº 1) o chocolate en polvo. Cuando esté lista la guardamos en el refrigerador para que tenga mayor consistencia mientras preparamos el resto. Cuando los bizcochos estén listos, asegurarnos que se hayan enfriado, decoraremos con la ayuda de una manga pastelera (boquilla estrella o cualquier otra)



4. La decoración. Aquí llega el trabajo “fino”, colocar las virutas de chocolate, el pica-pica, las virutas de caramelos, las golosinas, lacasitos, frutos secos, etc. Podemos colocar banderitas, letras, pajitas, flores, etc. Combinaciones hay mil, deja volar tu imaginación y desconecta!!!! (si te dejan) Eso es lo importante.



Hacer cupcakes vendría a ser como hacer manualidades. Recientemente he leído un artículo que trata el efecto psicológico que tiene realizar este tipo de tareas.

1º. Cambiamos el foco de atención (lo que llamamos desconectar o coger un respiro)
2º. La mente se relaja, disminuye el estado de alerta y los músculos se destensan.
3º. Al realizar una actividad placentera, de disfrute, en nuestra mente se segregan endorfinas, hormonas de la felicidad, y conseguimos una sensación de bienestar.
4º. Al distanciarnos temporalmente de las situaciones cotidianas que pueden ser generadoras de estrés o ansiedad, cuando retomamos las rutinas tenemos mayor probabilidad de encontrar soluciones efectivas y restamos gravedad a cualquier conflicto. Reseteamos nuestro sistema operativo para seguir funcionando con normalidad.

Otras cuestiones de las que no hemos hablado serían, la de encontrar un hueco para poder realizar este tipo de actividades o los daños colaterales, dígase: recoger todo lo que hemos ensuciado, que se quemen las dichosas magdalenas, que mientras tanto los niños hagan un dibujo en la pizarra (que no existe) de la pared del pasillo o que hayan sacado todos los juguetes y que no puedas distinguir lo que es un peluche de un niño!

Por supuesto, aquí no entra como actividad de disfrute la de hacer las “madalenitas” con los niños, al menos mientras tengan menos de 4 años! Si quieres jugar a “Masterchef junior” ve preparando la actividad placentera para después, aunque yo optaría por algo más de desgaste físico (yoga, pilates, zumba, trekking, puenting o tirarte en paracaídas)


Espero que os haya servido! Mi próximo reto… el Minion nº1 me ha propuesto “madalenas de Spiderman y Hulk”… manos a la obra!

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